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Yo quería escribir un poema, un estudio de nuestro invento
que consistía en mirarnos reflejados en nuestra propia mirada hacia un infinito que hasta entonces había sido de ida pero que en este momento se hizo de venida.
Ampliando un poco la imagen
Debía identificar
cómo éramos arrojados fuera de nosotros mismos
y cómo me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos,
y amé todas tus cosas
y tu mirada
con el pasto verde creciendo clarísimo
También debía hablar de mis actitudes
-Que yo no quiero acariciar ni comprender el suicidio
-Ni buscar la verdad en las palabras,
que a veces más que arreglar estropean todo
con esa atribuida perversión de lo hablado
Hoy no conozco a nadie, sólo leo y reescribo
y pienso en esta vida que no es bella ni mucho menos.
Hablo de fotos que quiero encontrar
para creer en la belleza como en una religión.
Yo que creí que difícil y todo, la vida era para nosotros
pero cuánta furia melancólica en algunos días.
cada uno recuerda su primera caída.
Y luego adiós porque todo y nada puede explicarse en el amor
pero hay una complicidad en el intento
el amor parece el final del lenguaje,
no sé si es por que el lenguaje no puede expresarlo, o toque sus límites. pero,
lo que alcanzo a entender, es que el amor es
tener al lado a ese animal dormido en el invierno
y el mundo es demasiado definitivo.
Yo debí escribir ese poema , espero hacerlo algún día.
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