Al
parecer lo artístico surge como una necesidad al vernos proyectados
en la naturaleza, de buscar respuesta a las preguntas que ignoramos.
Estas manifestaciones funcionan como medio de comunicación pues
permiten compartir experiencias sensibles que por medio de otros
sistemas de comunicación no se pueden expresar. El arte es un
espacio de expresión de interés individual en el que se crea
sentido y estructuras que son utilizadas para el intercambio,
entonces el arte se convierte en un sistema de creación cultural.
[5]
Es
así pues que el ser humano manifiesta sus inquietudes, ánimo,
esencia, a través de distintas técnicas. En arte, la técnica es
el procedimiento que se lleva acabo para alcanzar un fin; implica la
selección y el acomodo de materiales para lograr un resultado
determinado. En la creación de la obra de arte la técnica se
asume como un elemento esencial en su propia constitución.
De
hecho la palabra técnica se deriva del griego “tekhne”, la cual
no tiene equivalente exacto en nuestra lengua pero se entiende como
concepto general si unimos la palabras arte, oficio, habilidad y
técnica. La tradición aristotélica lo define como una
disposición racional para la producción, es decir, el saber-cómo
o conocimiento practico mediante el cual el hombre transforma el
mundo a su propia imagen. [4]
Esta
modificación del entorno para satisfacer las necesidades humanas es
un proceso que independientemente de cómo se le llame continua
desarrollándose. En el margen de la sistematización de los
métodos de producción en el siglo XVII surge la palabra
tecnología para referirse al estudio aplicado de la ciencia.
Actualmente la tecnología y la ciencia componen una relación
simbiótica, en la que la tecnología se apoya del método
científico para desarrollarse y la ciencia cuenta con el apoyo de
la tecnología ya que suministra los sofisticados aparatos y equipos
necesarios para la investigación. [1]
El
avance de la ciencia sigue llevándonos hacia soluciones que imitan
cada vez más la naturaleza, en el caso de la tecnología al cuerpo
del hombre. Según las ideas de Marshall Mcluhan los medios
tecnológicos surgen como metáforas del cuerpo y funcionan como
una extensión del hombre pues le permiten ampliar sus capacidades.
[4] Por ejemplo los automóviles son una ampliación de las
piernas, la palanca es una ampliación de la fuerza de nuestros
brazos, etc. Podría decirse entonces que a través de la
tecnología se modela nuestra percepción del entorno pues el
cuerpo es nuestro instrumento para alcanzar experiencia racional y
sensible.
Actualmente
el proceso de transformación tecnológica se expande
exponencialmente ya que el lenguaje digital permite que la
información sea generada, almacenada, procesada y retransmitida. [2]
Según Manuel Castells estamos viviendo una tercera revolución
tecnológica, la de la información o electrónica. La primer
Revolución Industrial se apoyó en el uso de la información
aplicando y desarrollando conocimientos preexistentes. La segunda
Revolución industrial tuvo como característica principal el
estímulo científico; surgen por primera vez los laboratorios de
investigación.
Las
nuevas tecnologías de la información incluyen un conjunto de
tecnologías como la microelectrónica, la computación,
telecomunicaciones y la optoeléctrica. [2] Por primera vez el
usuario tiene la capacidad no solo de ejecutar sino también de
contribuir en el desarrollo de la herramienta. La presencia de este
tipo de tecnología amplía el alcance de nuestra experiencia en la
tierra y nos permite establecer e intensificar nuestras relaciones
personales, se crea un sistema de medios electrónicos que actúa
como un sistema nervioso mundial distribuyendo estímulos y
pensamientos a distancia. Lo que se piensa en una parte del mundo se
piensa simultáneamente en otra.
Para
Vilem Flusser estos cambios representan la entrada a una revolución
espiritual. Enfatiza la magnitud de estas aplicaciones señalando
que la capacidad del pensamiento se encuentra en expansión y la
posibilidad de expresión sensible se engrandece. [3] Nuestro
cerebro al estar conectado a una red electrónica tiene acceso a lo
que constituye la base que el hombre necesita para desarrollar un
nivel “más allá de la consciencia, lo que el hombre antiguo
buscaba por vía natural o sobrenatural. La capacidad espiritual de
estos medios yacen en la posibilidad de encuentro con un rasgo de
identidad que hace posible el reconocimiento y la unión entre seres
humanos. Cuando Marshall McLuhan declara que el medio es el mensaje
se refiere, entre otros argumentos, a que no hay mensaje sin medio.
[6] Sin embargo en el acoplamiento de un nuevo medio puede existir un
vacío en el mensaje, lo que nos lleva a descubrir con que
rellenarlo en tanto le demos uso. En este sentido en la vinculación
del arte con la electrónica se genera un nuevo contenido.
Y
de qué trata el arte sino del arte sino de la creación humana .
En esta unión de arte y tecnología tenemos al hombre
descubriéndose a sí mismo como parte de la naturaleza. Se ilumina
ese vínculo que le permite vivir ensanchando su horizonte personal
y colectivo.
[1]
Aquiles, G. (2012). Ciencia, técnica y tecnología.
[2]
Castells, M. (2002). La era de la información. Economía, sociedad
y cultura. Siglo XXI, Madrid.
[3]
Flusser, V. (2005). La sociedad alfanumérica. Revista Austral de
Ciencias Socia-
les.
[4]
Liddell, R. S. H. (1940). A Greek-English Lexicon. Clarendon Press,
Oxford.
[5]
Martínez, M. (2011). Creación y re-creación desde el arte,
volume 3. Brujas,
Argentina.
[6]
Strate, L. (2012). El medio y el mensaje de McLuhan. Programa de
Nuevos Medios de la Fordham University de Nueva York, Estados Unidos.