El
hombre al construir inevitablemente destruye el entorno. La labor del
jardín se encuentra en reparar esas heridas vinculando la
arquitectura con el paisaje, en una perfecta unión que cree un nuevo
equilibrio en el paisaje humanizado. En
esta construcción se unen los mitos y la poesía, se ilustra la
experiencia resultado de la relación del hombre con el mundo; existe
como una construcción física a partir de materiales y distribución
de formas y está relacionado con la evolución del habitat.
Nuestro espacio vital se extiende más de
los entornos físicos, el natural y el espacio edificado por el
hombre, al espacio digital. Nuestra cotidianidad implica experiencias
donde es posible estar presente a un mismo tiempo en varias partes
sin estar físicamente y de manera inmediata; conteniendo estas
características, la imagen actúa como la principal herramienta para
participar y existir en este espacio.
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