lunes, 5 de septiembre de 2016

fotografía y paisaje

El fenómeno paisajístico se nos presenta como una visión, vemos un paisaje en tanto reconozcamos ciertas formas las cuales actúan como guías. La fotografía es en sí un proceso que implica la óptica y la química; sin embargo su magia se extiende hacia la aparente presencia de un ojo mayor omnipresente conformado por el fotógrafo y su cámara como una entidad que hacen física, en un papel, una placa, un archivo, esa potencialidad que poseen los objetos de ser observados.
La cualidad que comparten la fotografía y el paisaje se encuentra en esa especie de impacto que reside en los detalles en los que se fija el ojo, algo que brota de lo percibido. En el paisaje, se intuye una similitud entre nosotros y el entorno; por su parte, en el acto fotográfico se reafirma nuestra propia existencia ante la posibilidad de poder plasmar “lo que hemos visto” e inmediatamente la fotografía se convierte en un objeto de empatía pues permite evidenciar que todos vemos lo mismo, que no estamos solos.




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