Para
indagar sobre la naturalidad de las expresiones electrónicas, es
necesario resaltar que los modelos de creación artística están
estrechamente relacionados con la idea de creación natural. Dicha
relación va más allá de la naturaleza como entorno natural, se
refiere a la naturalidad del ser y de su capacidad para incorporarse
en el flujo creador a través del arte. Esta reflexión se encuentran
en una gran variedad de ideas filosóficas y posturas religiosas que
han abierto y definido caminos e interrogantes en el trabajo
artístico.
La
importancia y urgencia de utilizar la electrónica como herramienta
de creación artística, reside en que muchas veces, el arte de
nuevos medios lejos de invitar a una reflexión se reduce a
impresionar por medio efectismos y fascinar por las posibilidades de
la tecnología ofrece como medio y no tanto por su contenido. Esto se
debe posiblemente a que aún no tenemos criterios suficientemente
maduros para avalar la contribución de un artista en este campo ni
la experiencia trabajando sobre estos soportes. Además,
específicamente en la creación de paisajes con medios digitales o
electrónicos, los medios masivos de entretenimiento como el cine y
los videojuegos han modelado nuestra mirada y expectativas sobre
estas imágenes. Según Andrew Darley la actividad que fomenta la
estética de este tipo de paisajes no exige espectadores a los que
les interese pensar, reflexionar o interpretar si no un publico
movido por la excitación formal y el entretenimiento.
Contrario
a esto, el objetivo del arte es formular preguntas en el espectador a
través de la estimulación de los sentidos. Sería mejor trabajar
con imágenes que no abrumen la mirada, a través de una estética
minimalista, es decir enfocarse en utilizar el mínimo contenido
formal vigilando no perder sentido y alcanzar la manifestación de
las propiedades del medio. Si bien los medios tecnológicos se están
desarrollando y perfeccionando día con día gran velocidad, no es
labor del trabajo artístico estar a la par de la carrera
tecnológica. Es importante detenerse a reflexionar y repensar los
contenidos y contextos.
Por
otro lado, el paisaje en el arte aparece como una invención. El
paisaje existe como una composición que crea nuestra mirada y que
funciona como huella de la interpretación que cada artista le da a
la naturaleza. El artista es un paseante y cada imagen que crea se
convierte en un fragmento de su mundo, en partes de un todo que
después se habitan en medida que son observadas. El artista se
expresa a sí mismo a través de una búsqueda en su interior que
termina manifestando el universo, ya que como seres humanos somos una
medida a escala del todo.
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